3 DE MAYO, LIBERTAD DE PRENSA: En México ejercer el periodismo implica cada vez más riesgo.

En México, ejercer el periodismo es una actividad de alto riesgo, considerada una de las más peligrosas del mundo fuera de zonas de guerra. Según Reporteros Sin Fronteras, México ocupa el puesto 121 en la clasificación mundial de libertad de prensa en 2024, y ha sido señalado como el país más letal para periodistas en América Latina, con más de 150 asesinatos desde el año 2000 y al menos 28 desapariciones. En 2023, la organización Artículo 19 documentó 5 asesinatos de periodistas y 14 casos de ataques físicos relacionados con la delincuencia organizada, además de 30 amenazas vinculadas a estos grupos.

Los riesgos provienen de múltiples frentes: el crimen organizado, la corrupción política y la impunidad, que deja sin castigo a la gran mayoría de los agresores. Los periodistas que cubren temas como narcotráfico, corrupción o conflictos locales enfrentan amenazas, secuestros, agresiones y asesinatos, especialmente en regiones fuera de la Ciudad de México. Además, el discurso estigmatizante desde el poder, como las críticas del expresidente López Obrador a la prensa, ha generado un clima hostil que se replica a nivel local, exacerbando la violencia.

A pesar de mecanismos de protección como el Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, estos son insuficientes. Por ejemplo, el caso del periodista Alberto Amaro Jordán en Tlaxcala, quien perdió su escolta pese a amenazas continuas, evidencia fallos en la evaluación de riesgos. La concentración mediática, dominada por gigantes como Televisa y Telmex, y la precariedad laboral, con salarios de entre 2,000 y 10,000 pesos mensuales, también limitan la independencia y seguridad de los periodistas.

En resumen, la libertad de prensa en México está gravemente amenazada por la violencia, la impunidad, la estigmatización y las condiciones laborales precarias, lo que pone en riesgo no solo a los periodistas, sino también el derecho de la sociedad a estar informada.

La situación de los periodistas en Nayarit, México, refleja el grave riesgo que enfrentan quienes ejercen esta profesión en el país, particularmente en regiones marcadas por la violencia del crimen organizado y la impunidad. A continuación, se detalla la información más reciente y relevante sobre periodistas asesinados, desaparecidos y amenazados en Nayarit, basada en reportes disponibles hasta mayo de 2025:

Periodistas asesinados en Nayarit

  • Luis Martín Sánchez Íñiguez (2023): Corresponsal de La Jornada en Nayarit, fue secuestrado el 5 de julio de 2023 en su domicilio en Xalisco, cerca de Tepic. Su cuerpo fue encontrado el 8 de julio en El Ahuacate, Tepic, con las manos atadas y un mensaje clavado. La Fiscalía General de Nayarit señaló su labor periodística, enfocada en política y crimen organizado, como la principal línea de investigación. Sánchez Íñiguez tenía más de 30 años de trayectoria y había trabajado en múltiples medios. Este caso generó indignación y fue condenado por la ONU, que exigió una investigación exhaustiva.

No se han reportado otros asesinatos de periodistas en Nayarit en 2024 o 2025 según las fuentes disponibles, pero el caso de Sánchez Íñiguez destaca por su impacto y por ser emblemático de la violencia contra la prensa en el estado.

Periodistas desaparecidos en Nayarit

  • Osiris Maldonado de la Paz (2023): Presunto diseñador gráfico de La Jornada, fue reportado como desaparecido el 3 de julio de 2023 en Tepic. Hasta la fecha, no hay información adicional sobre su paradero ni avances en la investigación.
  • Jonathan Lora Ramírez (2023): Colaborador de medios locales, desapareció entre el 3 y 7 de julio de 2023 en Nayarit. Fue localizado con vida y en buen estado de salud el 8 de julio, aunque no se han detallado las circunstancias de su desaparición ni su liberación.

Estos casos ocurrieron en un contexto de alta violencia en Nayarit, donde la pugna entre facciones del Cártel de Sinaloa y otros grupos criminales ha intensificado los riesgos para los periodistas. México, en general, lidera las listas internacionales con 30 periodistas desaparecidos, y Nayarit contribuye a esta alarmante estadística.

Periodistas amenazados en Nayarit

  • No hay registros específicos de amenazas documentadas contra periodistas en Nayarit en 2024 o 2025 en las fuentes consultadas. Sin embargo, el clima de violencia en el estado, exacerbado por la guerra interna del Cártel de Sinaloa, ha generado un ambiente de intimidación generalizado. Por ejemplo, en Culiacán (Sinaloa, pero relevante por la cercanía y la influencia del crimen organizado en Nayarit), el periódico El Debate sufrió una balacera en su sede el 17 de octubre de 2024, y un repartidor fue secuestrado días después, lo que ilustra el tipo de amenazas que enfrentan los medios en la región.
  • En Nayarit, los periodistas que cubren temas como el narcotráfico o la corrupción enfrentan un riesgo constante de represalias, aunque los casos específicos de amenazas no siempre se documentan públicamente debido al miedo a represalias o la autocensura.

Contexto de la violencia en Nayarit

Nayarit es un estado particularmente peligroso para el periodismo debido a su ubicación estratégica en el Pacífico mexicano, que lo convierte en un corredor clave para el narcotráfico. La presencia de grupos criminales, combinada con la corrupción de funcionarios locales, crea un entorno hostil. Según Artículo 19, tres de cada diez amenazas a la prensa en México provienen de la delincuencia organizada, y en Nayarit, esta dinámica se agrava por la impunidad: la mayoría de los casos de agresiones contra periodistas quedan sin resolver.

El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, creado en 2012, ha sido criticado por su ineficacia en Nayarit y otros estados. Casos como el de Sánchez Íñiguez evidencian que incluso los periodistas bajo protección enfrentan riesgos mortales.

Conclusión

En Nayarit, el periodismo es una profesión de alto riesgo, marcada por el asesinato de Luis Martín Sánchez Íñiguez en 2023 y las desapariciones de Osiris Maldonado de la Paz y Jonathan Lora Ramírez en el mismo año. Aunque no se documentan amenazas específicas en 2024 o 2025, el contexto de violencia del crimen organizado y la impunidad generalizada mantienen a los periodistas en constante peligro. La falta de protección efectiva y la incapacidad de las autoridades para esclarecer estos crímenes perpetúan un ciclo de violencia que amenaza la libertad de prensa y el derecho a la información en el estado.

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